El Arquitecto-Ingeniero Salamone: ¿inspiró, participó, o proyectó, la Torre del Palacio Tomás Adolfo Ducó?
Francisco Salamone, con título de arquitecto e
Ingeniero, obtenido a los veinte años, tras estudiar en las Universidades de La
Plata y Córdoba, desarrolló una tarea descomunal, desde 1936 a 1939 en la
Provincia de Buenos Aires, proyectando y construyendo más de 60 obras, que
incluían, Palacios Municipales, Mataderos, y Cementerios.
Desarrolló en todos, un estilo propio, pero
absolutamente inscripto en el denominado “art decó”, y con una tendencia
claramente marcada hacia el “monumentalismo” en boga en la Europa de la
preguerra, con picos claros en la Italia de Mussolini, pero sobre todo en la
Alemania de Hitler.
Quizás, por esa razón, se prescindió de sus
servicios, cuando Alemania desata la Segunda guerra Mundial en 1939.
Arribado a la Ciudad de Buenos Aires antes o
durante, el año 1940, pese a que su fama había trascendido por sus obras, solo
iba a participar en escasas
construcciones, antes de perderse en el olvido de la gran ciudad.
Sin embargo sus huellas, aparecen en esos años en
algunas creaciones arquitectónicas que reconocen otros autores.
Por esos mismos años, la firma CGO (iniciales de los
arquitectos Curuchet, Giraldez, y Olivera, que la encabezaban) se había
encaramado como constructora de punta, a partir de obras como el Edificio de la
Casa de la Moneda, si bien sus proyectos no siempre se ajustaban a un estilo
determinado.
Curuchet además integraba la Comisión Directiva del
Club Atlético Huracán, que después de una larga discusión sobre si construir su
estadio en un predio propio en la calle Varela, o en el alquilado en avenida
Amancio Alcorta, optaron por vender el primero y comprar en 1939, el terreno de
Alcorta, para cosntruir allí el estadio.
Con un subsidio del Estado Nacional para la compra,
la misma se efectiviza, y se comisiona al arquitecto Miguel Curuchet (otros
escriben Curutchet) para elaborar el proyecto, habiendo el mismo demostrado su
capacidad previamente, proyectando y dirigiendo la construcción de la Sede
Social sobre avenida Caseros, inaugurada a fines de 1939.
La piedra fundamental se coloca en 1941, dando
comienzo simultáneamente a las obras, si bien todavía algún partido se jugó en
1942, hasta que mediante un nuevo préstamo oficial se comenzó la construcción
de las tribunas, con la citada empresa CGO, y la Dirección del propio
Arquitecto Curuchet.
Hasta aquí relatamos dos historias que parecen no
tener otros puntos de contacto que no sean los cronológicos, sin embargo, hay
otros que saltan a la consideración.
Curuchet, desarrolla ya en el proyecto de la sede
social, características que la posicionan dentro del art Decó, si bien los
condicionantes de su ubicación y uso, lo obligan a cierto eclecticismo.
Salamone, concluida suu tarea en la Provincia de
Buenos Aires, se instala en la Ciudad homónima, en 1939, y como referente
indiscutido de dicha línea arquitectónica, es seguro que visitó las obras y su
inauguración, estando en claro que tenía relación de amistad con el propio Curuchet,
con quien se había conocido en su etapa cordobesa.
Su vida y su obra aparecen casi en blanco durante
1940, año en el que se elabora el proyecto, del que al inaugurarse se iba a
llamar Estadio Jorge Newbery, pero que muestra en distintos elementos un claro
estilo art Decó, con notoria prevalencia en su torre.
Y es precisamente la torre, la que nos abre una
nueva inquietud.
Quien haya conocido el acceso al matadero de Azul,
elaborado y construido por Salamone, no puede dejar de reconocer sus signos en
la torre del Palacio luego llamado Tomás Adolfo Ducó.
Las tres cuchillas (símbolo de la herramienta usual
del hombre del matadero) que dan estructura a la torre del Matadero de Azul, se
recrean en la del Ducó, pero llevando sus puntas hacia el Frente, para sostener
los mástiles de tres banderas, la argentina en el centro, y la de AFA, y
Huracán en las laterales.
Los dos planos de corte horizontal de la de Azul,
reaparecen y resuelven las losas de los dos niveles, de las cabinas de
transmisión del Ducó, y asoman en ambos casos como voladizos que consolidan una
base arquitectónica amplia para semejante proyección vertical.
El contrafuerte central de la torre del Matadero de
Azul, que avanza hacia el frente con empalme curvo hasta perderse en el plano
inferior, intenta el mismo desarrollo en la torre del Ducó, pero se “trunca
verticalmente”, apenas esbozado ese avance, para permitir una visión lateral
razonable, de toda la cancha, para las cabinas de transmisión.
(Nota: hemos verificado que aún con este recorte, la
visión lateral estaba interferida por ese contrafuerte, lo que da la pauta casi
absoluta, de que el proyecto se adaptó a su uso en el Ducó, hasta donde pudo,
pero no era nacido para esa función, por cuanto de otra manera esa
interferencia no hubiera existido, tratándose de proyectistas del nivel de
Curuchet y/o ¿Salamone?
Entonces, ya tenemos una primera sospecha; si la
torre no surge de un proyecto específico para el Ducó, y “copia” los
lineamientos de su similar del Matadero de Azul, obra de Salamone, ¿fue obra de
Curuchet, tomando como modelo la de Salamone, o participó el propio Salamone en
su elaboración?
La “ausencia” de Salamone en otros proyectos,
estando ya en Buenos Aires, colabora con la segunda opción, la relación entre
ambos profesionales también, pero si así hubiera sido ¿porqué no figura
Salamone?
En ese tiempo, CGO se proyectaba como una empresa de
tres cabezas como su nombre lo indica; solo su vinculación como directivo de
Huracán hizo que Curuchet, figurara como proyectista único, y si esa concesión
la hicieron Giraldez y sobre todo Olivera, de enorme prestigio por entonces, ninguno
hubiera admitido que Salamone apareciera, ya que su fama los hubiera obscurecido
totalmente.
Simultáneamente se cruzan cuestiones de política nacional
e internacional; Salamone, se había mostrado junto a Fresco, cuestionado
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, y por sus obras, se veía
identificado con el monumentalismo nazi, que tenía en estas tierras una versión
vernácula en las Fuerzas Armadas, representada por el GOU (Grupo de Oficiales
Unidos) al que suscribía el ascendiente Coronel Perón.
Pero otra línea de esas fuerzas más cercana a los
aliados, también con notable apoyo, era integrada por otro Coronel de nombre
Tomás Adolfo Ducó, a la sazón Presidente del Club Atlético Huracán.
Durante el curso de las obras posteriores tal
diferencia de lineamientos llegaría hasta el intento de golpe de Ducó a Perón,
y su encarcelamiento con intervención militar al club.
En ese marco, es previsible que aunque Salamone
hubiera tenido una participación, mucho más “corpórea”, que solo inspirar, o en
mayor medida, asesorar el trabajo de Curuchet, su tarea debía ser silenciada.
Pero no cerramos aquí esta investigación, y la
abrimos para que nuevos aportes, nos ayuden a cerrar las sospechas en certezas.
Ing. Manuel Vila (2017)
Estimado Ing gracias por enviarme su link este estudio será de valor en nuestro Proyecto de puesta en valor de dicha Torre, que realizaremos en el marco del Convenio de Cooperación firmado el 5 de Diciembre con el Club Atletico Huracán en el cual esperamos contar con su colaboración Arq. Adriana Piastrellini - Presidente de AdbA Arre Deco Buenos Aires Argentina
ResponderEliminarInteresantísimo informe Manuel. Gracias.A mi parecer es sin dudas la misma mano.
ResponderEliminarAgrega muchísimo valor a La Torre Miravé la participación del enorme Salamone.