viernes, 11 de agosto de 2017

Reglas de derivación latino-romances y su aplicación a un caso particular

Las reglas de derivación latino romances y su aplicación a un caso determinado.




Desde su origen en latín, los vocablos fueron sufriendo mutaciones en su expresión oral, con mayor o menor avance según el idioma romance (y como veremos en otros idiomas, que tomaron vocablos latinos también) que luego se transmitieron a la versión escrita.



Desde Roma, histórica capital imperial, pasando por el uso en la Europa culta hasta el siglo XVI inclusive, el latín se mantuvo como lenguaje de, élites, que la iglesia católica prorrogó hasta la actualidad, pero su uso “popular” fue sufriendo modificaciones que normalmente respondieron a un patrón.



Tomaremos justamente la expresión “popular” para analizar esas derivaciones.



En la Roma antigua el uso de "Populum /i" para representar al pueblo, o a la gente, encuentra justamente en “popular”, su expresión menos derivada en el habla hispana, más cercana a la expresión original, que la propia expresión, usada en italiano “popolo”, considerando el florentino como el lenguaje romance menos derivado, por la influencia de la cercana Roma, y los Estados Pontificios.


En orden de derivación limitada, seguiría (y en algún caso se anticiparía) el rumano, que expresa con “populata” la designación de un pueblo pequeño.


El castellano antiguo suavizó con el uso verbal la segunda p transformando “popolo” en “pobolo” y luego en “poblo” según aparece en textos que van desde el período medieval, hasta la edad moderna, quedando en el uso actual el verbo “poblar” como resabio claro de ese instante en el curso idiomático.


El idioma galaico-portugués retenido en ese avance por su aislamiento de Castilla en varios de esos períodos, y la tendencia gallega a eliminar uso de consonantes dobles, retiene en galaico la expresión “pobo” y en portugués “pobl” y “pobla” como punto final de esa derivación.


El catalán, en una situación similar se sostuvo en “poble” haciendo equilibrio entre la derivación castellana y francesa.


Pero el castellano siguió su avance y desde la expresión “poblo” transformó esa o como en muchos vocablos en “ue”, generando un diptongo que atenúa el trabajo de los labios al expresar “pueblo” en vez de “poblo”.


El francés con clara tendencia a la extensión de ambos labios y el uso semicerrado de la boca, cerró en “peuple” su escritura con una pronunciación que castellanizada puede representarse en “pepl”.


Y aún el inglés, si bien como idioma responde a un origen no romance, a lo largo de los años de dominación romana, adquirió el uso de muchos vocablos latinos, que se adscribieron luego a las inflexiones propias, y en tal sentido la palabra “people” que podríamos castellanizar como “pipl”, se incluye abiertamente.


Manuel Vila (2017)