Las reglas de derivación latino romances y su aplicación a un caso determinado.
Desde su origen en latín, los vocablos fueron sufriendo mutaciones en su expresión oral, con mayor o menor avance según el idioma romance (y como veremos en otros idiomas, que tomaron vocablos latinos también) que luego se transmitieron a la versión escrita.
Desde Roma, histórica capital imperial, pasando por el uso en la Europa culta hasta el siglo XVI inclusive, el latín se mantuvo como lenguaje de, élites, que la iglesia católica prorrogó hasta la actualidad, pero su uso “popular” fue sufriendo modificaciones que normalmente respondieron a un patrón.
Tomaremos justamente la expresión “popular” para analizar esas derivaciones.
En la Roma
antigua el uso de "Populum /i" para representar al pueblo, o a la gente,
encuentra justamente en “popular”, su expresión menos derivada en el habla
hispana, más cercana a la expresión original, que la propia expresión, usada en
italiano “popolo”, considerando el florentino como el lenguaje romance menos
derivado, por la influencia de la cercana Roma, y los Estados Pontificios.
En orden de
derivación limitada, seguiría (y en algún caso se anticiparía) el rumano, que
expresa con “populata” la designación de un pueblo pequeño.
El castellano
antiguo suavizó con el uso verbal la segunda p transformando “popolo” en “pobolo”
y luego en “poblo” según aparece en textos que van desde el período medieval,
hasta la edad moderna, quedando en el uso actual el verbo “poblar” como resabio
claro de ese instante en el curso idiomático.
El idioma
galaico-portugués retenido en ese avance por su aislamiento de Castilla en varios
de esos períodos, y la tendencia gallega a eliminar uso de consonantes dobles, retiene
en galaico la expresión “pobo” y en portugués “pobl” y “pobla” como punto final
de esa derivación.
El catalán,
en una situación similar se sostuvo en “poble” haciendo equilibrio entre la
derivación castellana y francesa.
Pero el
castellano siguió su avance y desde la expresión “poblo” transformó esa o como
en muchos vocablos en “ue”, generando un diptongo que atenúa el trabajo de los
labios al expresar “pueblo” en vez de “poblo”.
El francés
con clara tendencia a la extensión de ambos labios y el uso semicerrado de la
boca, cerró en “peuple” su escritura con una pronunciación que castellanizada
puede representarse en “pepl”.
Y aún el
inglés, si bien como idioma responde a un origen no romance, a lo largo de los años
de dominación romana, adquirió el uso de muchos vocablos latinos, que se
adscribieron luego a las inflexiones propias, y en tal sentido la palabra “people”
que podríamos castellanizar como “pipl”, se incluye abiertamente.
Manuel Vila (2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario