Los Vascos
y su incidencia en la Revolución de Mayo de 1810
Desde la
segunda fundación de Buenos Aires por el vizcaíno Juan de Garay, la presencia
de vascos en la ciudad fue nutrida, pero es en las etapas previas y posteriores
a 1810, donde por acción directa o indirecta sus acciones fueron claves para
los sucesos de nuestra emancipación.
1)Martín
Jacobo Thompson nace en 1777 y a los diez años muere su padre, y su madre se
interna en un convento de monjas, por lo que el niño queda al cuidado de Juan de Altolaguirre, que le brinda una
excelente educación en el Real Colegio de San Carlos, y luego en España de
donde retorna ya como marino experto (luchó en Trafalgar) y casado ya con Maria
Sanchez, es designado Capitán del Puerto (del entonces Virreinato del Río de la
Plata) en 1806, luciéndose en los combates navales de la primera invasión
inglesa frente a Montevideo.
Ya
desarrollados los sucesos de Mayo de 1810 en los que participa directamente, es
nombrado por decreto de Mariano Moreno nuevamente Capitán del Puerto pero esta
vez de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
En su casa
se cantó por primera vez el Himno Nacional de Vicente Lopez y Planes.
2)Miguel de Azcuénaga fue el regidor del
Cabildo en 1777 recién creado el Virreinato del Río de la Plata, y en esa
función promovió el empedrado de las calles, siendo la primera la actual
Florida (llamada por ello Empedrado) con piedras traídas de Martín García.
Luchó con
cargo militar en las dos invasiones inglesas, y producidos los sucesos de Mayo
en los que tomó activa participación, integró la Primera Junta, y luego debió
exiliarse en San Juan por su afinidad a Moreno, retornando para luchar contra
el Imperio del Brasil, desde 1818 hasta la firma de los acuerdos.
3)Martín de Alzaga fue uno de los
comerciantes más exitosos del período colonial, involucrado también en el
comercio esclavista. Tuvo notoria influencia en el Cabildo de fines del Siglo
XVIII como alcalde de primer voto, y fue responsable de los tormentos a los
detenidos por la rebelión de Tupac Amaru traídos a Buenos Aires. Su
comportamiento como líder de la resistencia en la Primera Invasión Inglesa lo
proyectó al nivel de poder remover en un Cabildo Abierto, al Virrey Sobremonte,
reemplazándolo por Liniers, al que también apoyó en la derrota inglesa de 1807.
Pero sus
intereses con la corona española, lo llevaron a desconfiar del propio Liniers
(de origen francés) y promover la asonada de 1809, de cuyos fines aún la
historia brinda versiones diferentes, lo cierto es que la intervención de Saavedra frenando la
revolución, disolviendo los tercios españoles que había sublevado Alzaga y “extrañando”
al mismo a Carmen de Patagones, sentaron las bases para que los cuerpos
militares criollos prevalecieran en Mayo de 1810.
Alzaga
apoyó la Revolución de Mayo, y se dice que forzó la presencia en la junta de
Larrea y Matheu, vinculados con él comercialmente, pero sus intereses
vinculados con la corona se vieron perjudicados por la Revolución.
En 1812
intenta una nueva asonada, esta vez presuntamente contra el Triunvirato, y es
fusilado después de un juicio sumario y colgado en la Plaza de la Victoria.
Cinco años
después de ser honrados por Buenos Aires por la defensa de la ciudad contra los
ingleses, Liniers y Alzaga ya habían sido fusilados por defender (como en ese
momento) los intereses españoles en el Río de la Plata.
Uno de sus
hijos Cecilio de Alzaga, trató
primero desde Montevideo, luego desde Río de Janeiro y finalmente desde la
propia España, de sofocar la Revolución del Río de la Plata, involucrando en
dos oportunidades su fortuna comercial para ello, sin lograr movilizar las
fuerzas que lo lograran.
Su otro
hijo Felix de Alzaga, por el
contrario, integró las milicias porteñas, y después de una ascendente carrera comercial,
política y militar, fue enviado a Chile y Perú,
como representante de la Junta de Buenos Aires a reclamar devolución de
los gastos que se habían efectuado para la campaña libertadora, misión de la
que regresó con las manos vacías.
Sin perder
su condición de comerciantes, Cecilio fue proveedor de calzado y ropa de los
ejércitos españoles, y Félix de los ejércitos criollos.
4)Juan Larrea, si bien nació en Catalunia,
España en 1782, su padre era de origen vasco y fue un comerciante naval exitoso
sobre todo con Estados Unidos, desde su base en Buenos Aires pero con sede
alternativa en Cadiz para el comercio bajo bandera española.
Funcionario
del Consulado luchó en las invasiones Inglesas e integró el grupo de Alzaga en
1809, siendo luego vocal de la Primera Junta de Mayo, sufriendo por su afinidad
a Moreno el exilio en San Juan, del que vuelve para presidir sesiones de la
Asamblea del año XIII, integrar el Triunvirato, y financiar en 1814 la
formación de la escuadra Naval que lucharía con Brown al frente, para recuperar
Montevideo.
Fue
integrante de distintos gobiernos y sufrió persecuciones perdiendo toda su
fortuna, por lo que terminó suicidándose en 1847.
5)Manuel de Sarratea y Altolaguirre, si
bien nacido en 1774 en Buenos Aires, no podía con sus apellidos, negar la
estirpe vasca por ambos padres.
Su padre, Martín
Simón de Sarratea nacido en Oñate, Guipúzcoa, fue cabildante, administrador de
la Casa de Niños Expósitos e integrante del Consulado en Buenos Aires.
Educado Manuel
en España, regresa a Buenos Aires y participa de la Revolución de Mayo, siendo
nombrado embajador por la Junta ante la corte de Río de Janeiro donde residía
Lord Strangford, a fin de convencerlo de apoyar la revolución.
Integra el
Primer Triunvirato (1812) y en esa función trata de asumir el mando del
Ejército sitiador de Montevideo, con la oposición de Artigas.
Durante el
Directorio de Posadas fue en misión diplomática a Londres y Madrid, donde
parece haber ofrecido al Rey la sumisión de la ex Colonia bajo ciertos
términos, pero su oferta no prosperó. Vuelto a Buenos Aires sería Gobernador de
la Provincia homónima, en acuerdo con Lopez, durante un corto tiempo, para
luego ser embajador en países europeos, de Rivadavia, Dorrego y Rosas.
Su hermano Juan José Crisóstomo Sarratea, fue uno
de los principales aportantes, desde su prosperidad comercial, para las
campañas libertadoras, primero en Argentina, luego en Chile y por último en
Perú donde se radicó hasta su muerte. En Chile junto a Nicolás Rodriguez Peña, actuó como proveedor de la escuadra
chilena en su rol de apoderado de Vicente
Anastasio Echevarría el armador de los viajes de corsario de Bouchard y Brown
que llevaron la bandera argentina por el mundo atacando en todos lados a naves
españolas.
6) Vicente
Anastasio Echevarría, nacido en 1768 en Rosario, se educó en el Colegio de
San Carlos y se recibió de abogado en Charcas. Ejerció en Buenos Aires desde
1804 siendo abogado de Liniers a partir de las Invasiones Inglesas donde le
cupo desarrollar una tarea patriótica.
Volcado a las ideas de independencia, es
designado integrante de la Real Audiencia en 1810, ya siendo Comisario de
Guerra desde 1808, cargo que vuelve a tener en 1812, con el Primer Triunvirato.
Es secretario de la Asamblea del año
1813, y acompañando a Alvear en la toma de Montevideo, él recibe las llaves de
la Ciudad del depuesto Vigodet.
Es a partir de 1817 que financia con su
fortuna, los viajes de corso de Hipólito Bouchard, a pesar de que en el segundo
viaje las presas le son tomadas en Chile por Cochrane y debe rescatar a
Bouchard de la cárcel chilena.
Enviado por Buenos Aires como mediador
ante Lopez primero y ante Ramirez después, sufrió desde entonces los vaivenes
de la política de entonces, encerrándose desde 1828 en su tarea de abogado,
salvo alguna llamada a cubrir cuestiones judiciales públicas hasta su muerte con
casi 90 años.
7)Deán
Saturnino Segurola y Lezica, nacido en Buenos Aires en 1776, fue alumno del
Colegio Real de San Carlos, completando sus estudios religiosos en Chile. Es el
introductor de la vacuna antivariólica en Buenos Aires, siendo su primera
vacunación la de la hija del Virrey Sobremonte, y luego haría famoso el pacará,
al pie del cual realizaba las vacunaciones.
Vinculado a los sucesos de Mayo, es
nombrado por la Junta Director de la Biblioteca Pública, y en 1812 es designado
Diputado a la Asamblea.
Siguió ejerciendo distintos cargos,
reuniendo en tertulias políticas a lo más granado de esa Buenos Aires, en la
casa de su cuñado Juan Bautista de
Elorriaga, ubicada en las actuales Alsina y Defensa, que aún subsiste.
Esa casa conocida como “Los altos de
Elorriaga” luego sería habitada por un nieto de José de Altolaguirre, del mismo apellido, conservando una tradición vascuence,
en el propio corazón de la ya urbe porteña. Saturnino Segurola haría construir más adelante la otra casa sobreviviente también de familia de origen vasco conocida como de "Los Altos de Ezcurra" donde viviera la cuñada de Rosas María Josefa Ezcurra, presunta amante de Manuel Belgrano.
8 )Los Urioste, siendo una familia de linaje español y asentada con amplia fortuna en La Paz y Sucre (se llamaba La Plata en ese entonces) tuvieron en propiedad la casa de la vereda del Cabildo, ubicada después de la de Miguel de Riglos, que fuera una de los primeras construcciones de altos de la ciudad, luego demolida al construir la avenida de Mayo.
Y
cerraremos con la saga familiar más comprometida con la historia previa y
posterior a la Revolución de Mayo:
8)
Los Lezica:
a)
Juan de Lezica y Torrezuri, ingeniero,
nacido en España en 1709, es designado Alcalde de La Paz donde establece hacienda
y un comercio de mulas con Buenos Aires. En 1734 y en un viaje a Buenos Aires
se enferma, curándose al invocar a Nuestra Señora de Luján. Como el suceso se
reiterara en 1747, decide instalarse en Buenos Aires, donde asume como Alcalde
del Cabildo al poco tiempo. Su labor fue muy intensa, y en agradecimiento a la
Virgen inicia la construcción de una Iglesia en Luján en 1753 que culmina 10
años después, y logra en 1755 que Luján sea considerada Villa, construyendo su
Cabildo como fundador, y propiciando el progreso de esta Ciudad y su curato.
Su
fortuna llegó a niveles tales que se lo consideró el hombre más rico de Buenos
Aires e iniciador de una saga increíble, con sus 12 hijos.
b)
Juan de Lezica y Alquiza: Hijo del
anterior, luchó en las invasiones inglesas y apoyó a Liniers en la deposición
de Sobremonte. Alcalde de primer voto del Cabildo durante la Revolución de Mayo,
fue el encargado de transmitir a Cisneros la presentación de Castelli,
solicitando Cabildo Abierto que presidió el 22 de Mayo de 1810. Su actitud fue
dual respecto a la Revolución siguiendo los pasos de Leiva (síndico Procurador),
y es un intento de rebelión de Lezica y el citado a mediados de 1810, el motivo
del enfrentamiento definitivo de Saavedra y Moreno, que proponía fusilarlos
como se había hecho con los sublevados de Córdoba. Desterrado justamente a
Luján, muere al año siguiente.
c)
Ambrosio de Lezica: Sobrino del
primero, Regidor del Cabildo desde 1809, participó activamente en los sucesos
posteriores a la revolución a partir del incremento de su fortuna como agente
de negocios con Inglaterra, si bien no llegó a poseer la fortuna de sus primos Faustino Lezica y Sebastián Lezica.
Un
pariente suyo Torre Tagle le encarga importantes partidas de ropa para el
ejército y utiliza parte de ese dinero a través de su hermano, también comerciante
Tomás Antonio de Lezica, residente
en Cádiz, y Andrés Arguibel para sublevar al Ejército que España preparaba en
1819 para recuperar Buenos Aires, con el nombre de “Ejército Grande”.
Las
dilaciones que generó y la Revolución de 1820, hicieron fracasar el plan de
envío de ese ejército, coronando los esfuerzos de ambos hermanos por defender
la independencia lograda.
Después
de sufrir cárcel en dos oportunidades antes de 1823, desarrolló un emporio
comercial, que hizo que su hijo Ambrosio
Plácido de Lezica, fuera considerado el hombre más rico de la Argentina a
fines del Siglo XIX. La quinta de este último es hoy el Parque Rivadavia de
Buenos Aires.
Trabajo desarrollado por Manuel Vila en
2017
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