Los Peregrinos y la Edad Media
Desde el siglo XI después de Cristo, con el
advenimiento de las Cruzadas, y el supuesto hallazgo de los restos del profeta
Santiago en la ciudad que lleva su nombre en Galicia, la palabra peregrino, se generalizó, para quienes se aventuraban
a marchar a Roma, a Jerusalem, o a Santiago de Compostela, y se da como un
hecho que proviene como vocablo de la antigua Roma, refiriéndolo a su
aplicación a los extranjeros.
Sin embargo su significado se atiene más a la
aplicación que recibió en la Edad Media, que a una actividad probable durante
el Imperio Romano.
En efecto, los que en grupo o individualmente, se
lanzaban en recorridos muchas veces ignotos, para llegar a alguno de esos tres
destinos, debían atravesar campos, muchos de los cuales tenían dueños.
En latín todavía vigente aunque derivado a un
inicial romance, en esos tiempos el paso por los campos, se expresaba “per
agri”, ya que el vocablo latino usado para campo era “ager-agri”
Esos dueños eran variados y de actitudes diversas
durante la Edad Media, y el paso de desconocidos que destruían siembras, consumían
alimentos, y a veces robaban, saqueaban,
o violaban, no era bien visto por muchos de ellos.
Debían entonces los que estaban en tránsito, pedir
permiso para hacerlo a los Señores, o luchar con ellos para atravesarlos,
siendo este paso “per agri” el que los
caracteriza como “peragrinus” y luego como peregrinos.
El dominio hegemónico de los romanos sobre su
territorio, y el concepto de propiedad que tenían y ejercían, no deja margen
para que estos “pasos” se hubieran podido ejercer en el período del imperio.
Surge entonces la convicción (muchas veces
comprobada con otros vocablos) de que esta palabra, incorporada en los
diccionarios latinos sin especificación de tiempo de uso inicial, haya surgido
en los períodos de referencia (Siglo XI y siguientes) en el uso aun vigente del
latín ya camino a sus derivados, ya que no responde a una tipificación de
tiempos romanos.
Aún hoy el uso del cayado y manto, por los
peregrinos a Santiago, remite a un
prototipo medieval, consolidando el tiempo de consustanciación de la palabra
con su significado.
Ing. Manuel Vila
No hay comentarios:
Publicar un comentario