Mi bisabuelo, tambien llamado Manuel Vila, arriero de vinos (según mi abuelo le dijo a mi padre) nativo de Lalín (Pontevedra, España) se vino en 1892 a la Argentina con su esposa María Mantinián; mi abuelo Eugenio de 8 años y dos mellizos más chicos. Como me habían comentado que el abuelo recordaba el monasterio donde había sido bautizado, y las 9 casas que había alrededor, una de las cuales habitaban, antes de viajar a buscar mis raíces en Lalín, en 2009 busqué datos en Internet.
Para mi tristeza, figuraba que antes de 1892, se había decidido construir la iglesia de Santa María de los Dolores, y que en el contrato de construcción de la misma se estipulaba que se usaran piedras de la demolición del monasterio de San Martín para construirla. Al ver luego imágenes de Santa María concluida y ninguna de San Martín presupuse lo peor. San Martín ya no existía.
Viajamos desde La Coruña a Lalín, pasando por Santiago de Compostela, y al llegar observamos el centro de Lalín donde comimos pulpo y no los "cocidos" característicos, y recorrimos su orgullosa iglesia de Santa María. Allí debía terminar la visita.
Sin embargo, acostumbrado a leer que los monasterios se instalaban en los puntos altos, y siguiendo una corazonada, propuse a mi esposa ir hacia un sector que se observaba elevado, porque presumía que algún resto de San Martín debía haber quedado en algún lugar. Cuando íbamos llegando a la parte más alta y sin indicación de cartel alguno, observé el muro lateral de un viejo cementerio de piedra, y al seguir subiendo, apareció ante nosotros el majestuoso monasterio, creado en 980 D.C.
Mi emoción superó todos los límites, cuando además en sus alrededores hallamos varias de las 9 casas de las que hablara mi abuelo. Pero el misterio de su presencia, recién se me reveló hace tres meses. Una subida posterior a Internet, indica, que por haberse atrasado el contratista en la construcción, 8 vecinos del pueblo y el sacerdote, habían pagado para que no se demoliera San Martín, salvando esta joya construida en el siglo X de nuestra era. ¿Habrán sido los Vila, desde arriba, que me guiaron a conocerlo, cuando no había ninguna razón para buscarlo?
Observando en detalle se puede notar que en algún momento de su historia El Monasterio de San Martín de Lalín, subió su altura, cambió su cubierta y cerró con piedra nueva, la abertura flanqueada por dos hermosas columnillas
Una de las casa que rodean al Monasterio, probablemente tan antiguas como el propio monasterio, y lugar de alojamiento de peregrinos durante once siglos.
Vamos a volcar una nota posterior sobre la etimología que puede haber dado origen a la denominación LALIN. Según las publicaciones (aunque todas sin mucha convicción) se plantean dos alternativas:
1)existió un labrador con anterioridad al siglo IX que era denominado Lalino o Laliño, antes de que el Conde de Deza se hiciera titular de las tierras, sin embargo tal personaje no aparece en documentos y parece haber quedado como una improbable tradición oral, a partir de que se llamaba a la zona Tierras de Lalino o Laliño.
2) A esta historia se agrega el más rebuscado argumento de que su nombre surgía de haber trabajado con lana y lino, de ahí se transformaba en Lalino, casi una fábula.
Nosotros introduciremos una tercera opción, partiendo de que la mayoría de los pueblos ubicados en territorios antes dominados por los romanos, (cuya lengua, el latín, iba derivando a los idiomas romances) durante su dominación y los posteriores siglos , recibían denominaciones que respondían a cuestiones geográficas, u otro factor que las hiciera notables o notorias . En este sentido el actual Lalín estaba emplazado en LA LINEA que une a Ourense con el ansiado destino de Santiago de Compostela, y fue por esa razón que en el siglo X se instaló en esa línea de caminantes, y peregrinos el Monasterio de San Martín de Laliño, según figura en documentos de la época. Por si esta vinculación fuera poco, tambien se cruza en Lalín el camino de Lugo a Pontevedra, y estamos hablando de pueblos cuyas denominaciones denotan tambien el origen latino prevaleciente y el sentido de marcar un accidente geográfico (Pontevedra, Ponte (puente) Vedra (puede derivar de vetera(viejo) o de vectra(transportable, o que sirvve para transportarse) y Lugo derivado de Locus = lugar en latín).
Aun para los años anteriores al emplazamiento del Monasterio de San Martín (980 D. C.) debe aceptarse que por tal condición de estar en la línea que conduce a Santiago, era lógico hablar de las Tierras de La Linea o Laliño, como deformación.
El apocopamiento de las expresiones, con el uso, común a la lengua galaico-portuguesa, produjo el posterior Lalín, con el que hoy es conocida.
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